jueves, 28 de junio de 2007

Creo que creer me da la fuerza para seguir creyendo

Hace un tiempo tuve que describirme. Uff que difícil tarea. Y no es que sea una súper woman que tenga mucho que decir sobre si misma, sino todo lo contrario, me cuesta hablar de mí y mucho, aunque UD no lo crea jaja.

En esa ocasión, me referí a lo que creo y a lo que me da fuerzas para luchar cada día. Puede que esta sea la parte más fácil, ya que hablar de lo que pienso no me es tan difícil como hablar de cómo soy. Quizás esto es una simple excusa, ya que en el fondo soy lo que pienso y lo que creo, pero en fin, según yo me cuesta.

Bien, acá vamos a intentarlo una vez más. Mientras lea, no se pregunte por que quiero hablar de mi, no es que sea egocéntrica, bueno sólo lo normal para tener este tipo de espacios, quizás UD nunca lea, da lo mismo, sólo quiero escribir.

Suelo decir que creo, y es verdad, creo y mucho. Creo en la revolución, creo en un cambio sustantivo a la calidad de vida de las personas, creo en el amor, creo en los amigos (as), creo que algún día las líneas que escriba y las palabras que diga aportaran en la construcción de una sociedad justa.

Suena lindo, pero idealista, y es que soy idealista, sino no creería en estas cosas, y si no creyera no tendría sentido seguir adelante. Porque a mi parecer, la mejor forma de tener fuerzas para levantarse cada día, a pesar de los problemas que uno tenga, es creyendo, pero no por la simple necesidad de los seres humanos de creer en algo, sino estando convencida que creyendo y trabajando por un cambio, es posible.

Si no creyera en que las cosas pueden cambiar, ¿que sentido tendría reclamar y pelear por las cosas injustas? CREO que ninguno. Y así se va formando mi manera de ser y pensar. Creyendo.

Sin embargo, el creer tanto te desilusiona, siempre como en todo camino, te encuentras con las contradicciones que te demuestran que creer no es un buen camino.

Pero da lo mismo, cuando me levanto en la mañana y veo a Daniel de 3 meses, es imposible no creer en un mundo mejor para él. Ahí entonces, me lleno de fuerza no sólo para creer sino para luchar por lo que creo.

Y así, cada día con mi familia y mis amigos, me inyecto de energía para seguir adelante, aunque en el camino me desilusione, llore, me angustie y piense que todo esta perdido. Siempre existe una sonrisa una mirada, una palabra que te demuestra que se tiene que seguir.

Yo soy feliz sabiendo que daré todo lo que pueda por lo que creo, y con la fuerza de quienes creen en que puedo seguir creyendo ajaj. Este trabalenguas ya me canso, así que mejor lo dejo hasta acá.

Si leíste gracias, eso me hace creer.